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Vemos una solución bastante económica, diseñada para crear un cine en casa de nivel básico. El conjunto se compone de cuatro satélites, un canal central y un subwoofer activo. Los cuerpos de los monitores están fabricados de plástico ABS no resonante. Todo el espectro se reproduce mediante controladores patentados de 75 mm con difusores de celulosa extruida. Según los ingenieros de Wharfedale, se trata de una forma económica y eficaz de lograr una radiación coherente en los rangos de frecuencia media y alta.
El soporte desde abajo lo proporciona un subwoofer activo de tamaño mediano, construido sobre un controlador de carrera larga de 200 mm. Funciona con un diseño bass-reflex y funciona con un amplificador incorporado con una potencia máxima de 200 vatios. Como el driver está situado en la parte inferior del cuerpo, el fabricante recomienda instalar el subwoofer en las estacas suministradas para un desacoplamiento más eficaz del suelo.
El sonido de los satélites se distingue por una excelente elaboración de la gama media, hablando del espectro superior, se pierden algunos detalles. En términos de tonalidad, el sonido puede adquirir una cierta coloración (no demasiado crítica para la percepción general), expresada en el énfasis de las sibilantes de la voz. A los satélites no les gustan mucho los niveles altos de volumen, en este caso el sonido es algo áspero, los signos de compresión de la señal musical aparecen cada vez más en él. En definitiva, el submarino se comporta bastante correctamente. El bajo es rápido y tiene una estructura distinta, pero a veces las notas potentes de baja frecuencia provocan una pérdida de tempo y precisión. En este caso, debería buscar una ubicación más adecuada para el subwoofer en la habitación.
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