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Sal de grano yodada fluorudada extraida de la Laguna de Cuyutlan Colima
La sal de Cuyutlán es una sal marina natural, sin refinar, sin aditivos, procedente de la laguna de Cuyutlán, en Colima, México.
La extracción de la sal se produce de forma artesanal dejando secar el agua al sol y es considerada una de las mejores del mundo
Los municipios de Manzanillo y Armería son productores de sal de calidad reconocida a nivel internacional, preferida por los grandes chefs. Los márgenes de la laguna de Cuyutlán, desde San Buenaventura hasta cerca de Tecomán, son propicios para extraer este condimento natural.
Se sabe que desde los tiempos de la Colonia se extraía y comercializaba con gran éxito este producto local. Antes del descubrimiento de México por los europeos, los indígenas explotaban este recurso. Con ella, se dice que el Rey Colimán le tributaba al emperador azteca.
La laguna de Cuyutlán es altamente salina ya que sus orígenes son marinos, tratándose de una albufera, es decir, un cuerpo de agua que se separó del mar al separarse de éste por el levantamiento de una franja de tierra. De esta manera se formó un vaso lacustre altamente salobre.
Las salineras locales han certificado, inteligentemente, este tesoro blanco, como recurso orgánico sustentable, ya que no le agregan químicos, ni en su extracción se daña al medio ambiente. Está considerada una de las sales de mejor del mundo, junto a la de Francia.
Hasta la fecha, se usa la misma técnica de las épocas prehispánicas para la extracción: la desecación solar, aunque se han mejorado las técnicas de higiene.
Cocineros tan famosos actualmente en los medios de comunicación, como Aquiles Chávez, Benito Molina, Solange Muris y Richard Bayless, siempre afirman que la mejor sal del mundo es la de Cuyutlán. Junto con la sal de algunas regiones de Francia, comparten este honor.
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