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Las pinzas son uno de los mejores inventos de cocina de todos los tiempos, por eso las usamos todos los días. El problema es que no puedes dejarlas cuando no las estás usando sin ensuciar y no son fáciles de abrir y cerrar. Los Clongs resuelven estos problemas: unas pinzas que se cierran con un clic y se colocan en el banco o en el mostrador. Con solo pulsar un botón, tus Clongs se abren o cierran cuando quieras, lo que hace que sean increíblemente fáciles de usar. Lo mejor de todo es que, cuando no los estés usando, puedes colocarlos en cualquier lugar sin que las puntas toquen el banco, ya que las asas se doblan de forma única para que se mantengan firmes. Gracias a su ingeniosa curvatura, no se ensucian las piezas y evitan que los gérmenes entren en las pinzas y en la comida. Las pinzas tienen puntas de silicona que no rayan los utensilios de cocina antiadherentes y son resistentes al calor hasta 260 °C (500 °F), por lo que puedes utilizarlas en cualquier cosa, desde la sartén hasta la barbacoa.
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