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“llamadores de ángeles” es conseguir un equilibrio entre el cuerpo y la mente y una armonía entre el cuerpo y la tierra. Los chakras son los principales centros de energía, localizados a lo largo de la columna vertebral, favoreciendo el bienestar de la persona que lo porta, por lo tanto, de la madre y su bebé.
Siete colores se utilizan para representar la espiritualidad de las personas y significados del cuerpo, la mente y el alma. Estando representados todos nosotros en cada uno de ellos.
El llamador de ángeles es una pequeña esfera fabricada EN UNA ALEACION PATENTADA y de diferentes colores que otorga armonía en el conjunto del bienestar y la salud materna.
Este amuleto se usa como colgante, junto a una cadena larga que llega a la altura del ombligo (donde se ubica el chakra del corazón).
Además del uso para la protección de la madre, el llamador de ángeles va más allá del embarazo, ya que puede colgarse en la cuna del bebé o en la puerta de su habitación para que el bebé y sus dulces sueños queden completamente protegidos.
El sonido de los ángeles
Cuenta la leyenda que, antiguamente, cada persona tenía su propio llamador, el cual agitaban cuando se sentían tristes y desprotegidos haciéndolos sonar de manera que su ángel acudía en su ayuda.
El sonido que producen estos llamadores se relaciona con diferentes colores y cada uno de ellos se asocia con el estado emocional de cada persona.
Estos “sonidos del silencio” representan desde la vitalidad hasta la calma, desde la libertad hasta un carácter dominante
“llamadores de ángeles” es conseguir un equilibrio entre el cuerpo y la mente y una armonía entre el cuerpo y la tierra. Los chakras son los principales centros de energía, localizados a lo largo de la columna vertebral, favoreciendo el bienestar de la persona que lo porta, por lo tanto, de la madre y su bebé.
Siete colores se utilizan para representar la espiritualidad de las personas y significados del cuerpo, la mente y el alma. Estando representados todos nosotros en cada uno de ellos.
Los llamadores de ángeles son totalmente personales, eligiendo el amuleto en cuestión del color o el estilo. En algunas ocasiones, los llamadores son otros colgantes como la Mano de Fátima, conocida por aportar protección, fuerza y felicidad.
Johannes Kepler. Harmonices mundi (1619)
Kepler es conocido por desvelar la forma elíptica de las órbitas planetarias. Fue también el primero en hallar la relación entre el periodo orbital y la distancia al sol. Además, describió cómo la velocidad de cada planeta variaba a lo largo de su elipse. Lo que no resulta tan conocido es que Kepler, en su tratado “Harmonices mundi” además de describir estas leyes astronómicas, asignó notas musicales a cada planeta en función de su velocidad angular. Los planetas con una órbita más excéntrica (por tanto, los planetas cuya velocidad angular es más variable) abarcaban un mayor rango sonoro. Mientras que Venus, por ejemplo, adscrito casi a una circunferencia en su recorrido alrededor del sol, entona siempre la misma nota. Además, Kepler asignó voces a cada uno de ellos: desde Mercurio, la soprano, el planeta más cercano al sol y, por tanto, el de mayor frecuencia (el más veloz), hasta los bajos: Júpiter y Saturno (los más lentos y graves).
Johannes Kepler. Harmonices mundi V (1619)
La armonía de las esferas es una antigua teoría de origen pitagórico, basada en la idea de que el universo está gobernado según proporciones numéricas armoniosas y que el movimiento de los cuerpos celestes según la representación geocéntrica del universo — el Sol, la Luna y los planetas — se rige según proporciones musicales; las distancias entre planetas corresponderían, según esta teoría, a los intervalos musicales.1
La expresión griega harmonia tou kosmou se traduce como «armonía del cosmos» o «música universal»; la palabra armonía se entiende aquí por las buenas proporciones entre las partes y el todo, en un sentido matemático pero también «esotérico», según el misticismo pitagórico. A su vez, como afirma Filolao, filósofo pitagórico, "La armonía sólo nace de la conciliación de contrarios, pues la armonía es unificación de muchos términos que se hallan en confusión y acuerdo entre elementos discordantes"2 La palabra música (mousikê) hace referencia a «el arte de la Musas» y a «Apolo», es decir, a "la cultura del espíritu artístico o científico". El término «esferas» es de origen aristotélico y designa la zona de influencia de un planeta (Tratado del Cielo).
La teoría de la armonía de las esferas de los pitagóricos está documentada en textos antiguos3 desde Platón (La República, 530d y 617b; Critón, 405c) y sobre todo Aristóteles (Tratado del cielo, 290b12). Esta teoría continuó ejerciendo influencia en grandes pensadores y humanistas incluso hasta el final del Renacimiento.
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