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La melaza como subproducto de la
molienda de la caña de azúcar tiene
una multitud de usos. No obstante, es
la elaboración de alimentos para
ganado bovino (carne y leche) donde
se usa como insumo.
La melaza se adiciona como aditivo
para incrementar la palatibilidad o para
facilitar la reducción a comprimidos de
las raciones convencionales mezcladas
en seco. Se utiliza también como medio
en varios tipos de alimentos líquidos;
como suplemento único para el ganado
en pastoreo o adicionado con urea o
ácido fosfórico. Es común como
ingrediente alimenticio para pollos y
cerdos siendo el ingrediente principal al
componer hasta el 40% de la ración
proporcionada a cada especie,
respectivamente
La melaza contiene una gran cantidad de azúcares
concentrados. Estos azúcares son una fuente
energética que cubre los requerimientos en la
elaboración de los piensos que son base de su
alimentación. Las propiedades de palatibilidad y
olor agradable para los bovinos hacen que los
niveles de ingestión de los rumiantes se
incrementen, incluso en combinación con otros
alimentos de olor desagradable que pueden ser
rechazados, como algunos cereales, la urea, los
minerales, entre otros.
El consumo de melaza por el ganado vacuno
lechero y el ganado ovino, estimula el crecimiento
de la Flora ruminal, por lo que estas especies
aprovechan de manera más efectiva los alimentos
brosos como la paja, el heno, etc. De esta forma la
melaza incrementa la digestibilidad de los forrajes y
aumenta por lo tanto, el valor alimenticio de toda la
ración
Importante fuente de hidratos de carbono y
por lo tanto de un alto contenido energético.
Buen sabor y olor que aumenta el apetito y la
ingesta del pienso, y en consecuencia
incrementa la ganancia de peso vivo, sobre
todo en el ganado de pastoreo criado en
forma extensiva.
Elimina la formación de polvos durante la
alimentación del ganado, actúa como
aglomerante y facilita la formación de pellets.
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