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Los conjuntos de té fabricados en hierro fundido representan una elección apreciada entre los aficionados del té gracias a su resistencia, habilidad para mantener el calor y singular belleza. En esta perspectiva, es relevante subrayar que esta manifestación artística del té tuvo su origen en el Japón del siglo XVII, y desde entonces ha expandido su influencia por todo el globo.
Las colecciones de té hechas de hierro fundido generalmente abarcan una tetera, tazas y un soporte destinado para la tetera. Las teteras de hierro fundido presentan comúnmente una forma circular u ovalada, concebidas con la finalidad de retener el calor por intervalos extensos, propiciando que el té conserve su temperatura. La superficie del hierro fundido se erige como un entorno propicio para la preparación del té, dado que no cede sabor alguno a la infusión, permitiendo un disfrute del sabor en su estado más puro.
La manufactura de un conjunto de té en hierro fundido es una tarea meticulosa que demanda destreza, especialmente en lo que concierne a la tetera. El hierro fundido se calienta hasta lograr su estado líquido y posteriormente se vuelca en moldes que pueden adoptar variadas formas y dimensiones. Después de enfriarse, se desecha la arena y se pule la superficie hasta conseguir una textura suave. En esta etapa, se aplica un esmalte protector para salvaguardar la superficie y aportar tonalidad y diseño.
Estos sets de té de hierro fundido se caracterizan igualmente por su atractivo visual. Muchos de ellos exhiben delicados motivos y dibujos, que pueden representar flores, animales o escenas naturales. Estas decoraciones suelen extraer inspiración de la cultura japonesa y exhiben un nivel de detalle y hermosura destacado.
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