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Los bebés pueden volverse gaseosos de muchas maneras. El gas suele ser causado cuando los bebés tragan aire mientras lloran o se alimentan. Otras razones para el gas pueden ser posiciones de alimentación incorrectas, sobrealimentación, demasiada lactosa o intolerancia alimentaria. Hasta que el sistema digestivo de su bebé esté completamente desarrollado, es probable que ocurra gas.
Algunos signos de que su bebé puede tener dificultades para pasar gas incluyen: gruñido, llorar, tirar de las piernas hacia la barriga o estirarse y arquear la espalda. También puedes sentir su barriga y determinar si parece hinchado o duro.
Hecho especialmente para recién nacidos
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