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Ingenioso dispositivo para supervivencia en avalanchas de nieve.
Permite respirar bajo la nieve, reduciendo el enrarecimiento del aire.
Su funcionamiento es simple: hay que llevar el dispositivo por fuera de la ropa, al aire, y en caso de riesgo de avalancha hay que ponerse el tubo respirador en la boca o situarlo muy cerca de esta para en caso de desencadenamiento de un alud, lo podamos tener en la boca en caso de quedar sepultados. A partir de ese momento hay que respirar por la boca a través del dispositivo, no por la nariz. Las inspiraciones y las espiraciones deben hacerse a través del Avalung.
Su funcionamiento consiste en que coge el aire que respiramos de una zona y lo expulsa en otra diferente. El aire expulsado contiene CO2, que en altas concentraciones resulta letal por asfixia y que es junto con la hipotermia las dos causas más comunes de muerte en los sepultados en aludes de nieve.
El Avalung evita que el aire limpio y el aire viciado se mezclen, aumentando hasta en un 80 % las probabilidades de supervivencia y extrae si es necesario, el aire contenido en la nieve.
El CO2 tiende a acumularse en las zonas altas, donde normalmente tenemos la cabeza, incluso en las avalanchas, es mucho más normal quedarse sepultado con la cabeza hacia arriba.
En las avalanchas de nieve polvo la nieve puede invadir las vías respiratorias provocando la muerte por asfixia. El uso combinado del Avalung con una pinza de nariz (incluida) evita este problema.
Se trata de uno de los mejores inventos para aumentar las probabilidades de rescate con éxito. Su uso, combinado con el del ARVA, la pala y la sonda y un aprendizaje correcto hará que los esquiadores disfruten con seguridad de unas emocionantes jornadas de esquí.
Se trata de un dispositivo poco implantado en España, pero en el extranjero, sobre todo en Norte América, su uso está muy extendido.
En España, hasta hace unos años era difícil ver a los esquiadores de montaña con ARVA o con casco, pero poco a poco la seguridad y el sentido común se va imponiendo y no está muy lejano el día que dispositivos de este tipo se hagan un hueco en nuestro armario del material.
El Avalung tiene en su haber un gran bagaje, ya que no es un invento reciente. Tiene más de 12 años de vida y acabará implantándose por una cuestión de lógica aplastante: un sepultado en alud tiene unas posibilidades de supervivencia del 80 % en los 5 primeros minutos; pasado este tiempo las posibilidades caen en picado y llegados los 15 minutos no alcanzan el 20 %. Con el Avalung estas posibilidades aumentan enormemente y se ha llegado a rescatar a esquiadores vivos transcurridas 2 horas y media, en circunstancias en las que sin Avalung difícilmente hubieran alcanzado los 10 minutos.
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