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Las características principales del diseño de la suela del calzado incluyen:
Canales o trayectorias en toda la suela: Permiten el desplazamiento continuo de líquidos y lodos finos, asegurando un buen agarre en pisos húmedos y reduciendo el riesgo de resbalones.
Impulso concentrado en la punta del pie: Canales específicos en la punta generan un impulso adecuado al caminar o correr, mejorando la tracción y estabilidad durante el movimiento.
Ángulo de 45° en el talón: Proporciona un mayor agarre en superficies húmedas o mojadas, actuando como zona de frenado para reducir la fatiga dinámica durante la fase de contacto del talón.
Diseño de bombeo: Conforma toda el área interna de la entresuela para adaptarse a la curva natural de la fascia plantar, garantizando ergonomía, reduciendo la fatiga y adecuándose a diferentes tipos de pie.
Tacón de 90°: Genera un punto de apoyo y trabe en escaleras y estribos, frenando el resbalamiento al pisar el escalón.
Ángulo de 45° en el diseño del tacón: Reduce la fatiga al caminar al permitir una flexión natural durante la fase de contacto en la pisada, contribuyendo a una pisada ergonómica y reduciendo el impacto en la fascia plantar.
Ángulo de 30° en la zona del antepié: Facilita la acción mecánica natural de la pisada en esa zona, reduciendo la fatiga física.
Apoyo adicional en el arco de la suela: Garantiza una mayor estabilidad en la pisada y un correcto traslado del peso natural del pie.
Estas características combinadas ofrecen un calzado diseñado para proporcionar comodidad, estabilidad y seguridad durante la actividad física, especialmente en superficies húmedas o resbaladizas.
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