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Un Haltizal es un tipo de collar variable que se usa para educar a los perros y evitar que tiren de la correa, esto pasa por el efecto que tiene el collar en el cuello y hocico del perro que le impide seguir tirando. El haltizal no es un collar de castigo ni hace daño al animal, sino que le ayuda a mejorar su comportamiento
El haltizal se puede usar de diferentes formas, según las necesidades y preferencias del dueño y del perro.
- Usar el haltizal como un arnés anti-tirones, atando la parte superior a la mano o a la cintura del dueño y en la parte inferior a la correa principal.
-Usar el haltizal como un collar bozal, escogiendo el boton que mas se ajuste a la talla de tu perro, luego presiona el botón hasta escuchar el clic después engancha tu traílla al aro superior del cuello.
Ventajas sobre otros haltis y bozales
Es ligero y cómodo para el perro
Es resistente y duradero
Es versátil y adaptable
Es eficaz e inmediato
No ocasiona daños a tu perro
El haltizal es un producto recomendado por personas especializadas en el comportamiento canino, ya que respeta el bienestar y la comodidad del perro. Además, es compatible con otros métodos de adiestramiento basados en positivo y le permite a tu perro jadear con facilidad y tomar agua normalmente.
Preguntas frecuentes
¿Qué es el haltizal y para qué sirve?
El haltizal es un collar para la cabeza y cuello que sirve para controlar y adiestrar a los perros, ademas es una herramienta útil para que tu perro deje de tirar de la traílla evitando jalones o hasta caídas
¿Cómo se coloca el haltizal al perro?
El haltizal se coloca de forma que el agujero mas largo rodee el cuello del perro y la tira más corta pase por debajo del hocico. La argolla donde se engancha la correa debe quedar arriba del cuello del perro
¿Cómo se usa el haltizal para enseñar al perro a no tirar?
El haltizal funciona de forma que cuando el perro tira, su hocico se cierra y se aprieta el cuello del perro al mismo tiempo, debido a esta acción, el perro para, lo que le impide seguir avanzando. El dueño debe acompañar este movimiento con una orden verbal, como “junto” o “quieto”, y premiar al perro cuando deje de tirar y se mantenga a su lado. El haltizal debe usarse con una correa corta y sin dar tirones bruscos para evitar lastimar el perro
¿Qué precauciones hay que tener al usar el halti?
El haltizal puede ser molesto o incómodo para el perro, por lo que hay que acostumbrarlo progresivamente y asociarlo con algo positivo como premios o caricias. El haltizal no debe usarse con correas extensibles, ya que pueden provocar frenazos repentinos que lesionen al perro. El haltizal no debe usarse como sustituto de un bozal a menos que lo abroches y sujetes con la traílla en su modo de bozal (queda a criterio de cada tenedor de perros darle este uso y se recomienda siempre llevar el perro sujeto a la traílla).
Responsabilidades del dueño del perro
El uso del haltizal es responsabilidad exclusiva del dueño del perro, que debe informarse adecuadamente sobre cómo colocarlo y utilizarlo correctamente, sin causar daño ni molestia al animal.
El dueño del perro debe respetar el bienestar y la seguridad de su mascota, y no usar el haltizal como un método de castigo o de control excesivo. El haltizal es una herramienta de ayuda, no de dominación.
El dueño del perro debe supervisar constantemente el estado del haltizal y asegurarse de que no esté roto, desgastado o sucio. El haltizal debe limpiarse y revisarse periódicamente y reemplazarse si es necesario.
El dueño del perro debe adaptar el haltizal al tamaño y la forma de la cabeza de su perro, ajustarlo correctamente para que no le quede ni muy apretado ni muy suelto. El haltizal debe permitir al perro abrir la boca y respirar con normalidad, sin impedir su visión ni su olfato.
El dueño del perro debe acostumbrar al perro al haltizal de forma gradual y positiva, no forzarlo a llevarlo si se muestra reacio o asustado. El haltizal debe asociarse con situaciones agradables, como paseos, juegos o premios, y no con situaciones estresantes, como visitas al veterinario o viajes en coche.
El dueño del perro debe usar el haltizal con una correa adecuada, que no sea ni muy larga ni muy corta y que no tenga mecanismos de retracción o de bloqueo. El haltizal debe usarse con una correa suave y flexible, que no genere tirones ni golpes al perro.
El dueño del perro debe educar al perro con el haltizal de forma pacífica y respetuosa, no usarlo como un instrumento de coacción o de violencia. El haltizal debe usarse con órdenes claras, consistentes y con refuerzos positivos, como elogios o caricias.
El dueño del perro debe ser consciente de las limitaciones y los riesgos del haltizal y no confiar ciegamente en él. El haltizal no garantiza que el perro no se escape, no se pelee o no muerda
El dueño del perro debe respetar la legislación vigente sobre el uso del haltizal, y cumplir con las normas y los requisitos que se establezcan en cada lugar. El haltizal no exime al dueño del perro de su responsabilidad civil o penal por los daños o perjuicios que pueda causar su perro.
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