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El principal beneficio de los antioxidantes es su capacidad para restaurar y proteger a las células de los radicales libres. Por eso es importante seguir una dieta nutritiva y equilibrada rica en antioxidantes, como las frutas y las verduras.
Además de combatir los radicales libres, los antioxidantes tienen una función beneficiosa que involucra a todo nuestro organismo y afecta sobre todo al proceso de envejecimiento celular. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una dieta balanceada ayuda a mantener el buen funcionamiento del organismo y a prevenir diferentes patologías en el cuerpo.
El consumo de alimentos antioxidantes es esencial para una digestión adecuada, ya que estas moléculas neutralizan las toxinas presentes en los alimentos y reducen la inflamación del tracto digestivo. Todos estos procesos favorecen un estilo de vida saludable y promueven el bienestar general.
Las propiedades antioxidantes de los alimentos también protegen contra el envejecimiento prematuro, reducen el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer y mejoran la salud cardiovascular. Además, si se consumen con regularidad refuerzan el funcionamiento cognitivo y el sistema inmunitario.
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