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Llena la pipa
Llénala con tres pellizcos, dejando el tabaco suelto, para que pueda pasar el aire al aspirar.
El truco estará en dejar el primer pellizco totalmente suelto, añadir el segundo y presionar ligeramente hasta que el tazón quede hacia la mitad, para añadir el tercer pellizco algo más presionado y sin que llegue al borde.
Enciende la pipa
En el caso de que uses una cerilla de madera, un buen consejo es que esperes unos segundos tras encenderla, para evitar transferencia de olor y sabor.
En cualquier caso, debes mover la llama sobre el tabaco al tiempo que aspiras.
Las caladas
Fumar en pipa implica caladas breves y no muy seguidas, sin inhalar el humo, sino manteniéndolo en la boca.
Es recomendable que sostengas el tazón con la mano, simplemente aspirando lo mínimo para que no se apague ni te quemes la mano.
A algunos fumadores de pipa les gusta hacer una o dos inhalaciones por tazón, y a otros no. La experiencia de inhalar la pipa es bastante intensa y se recomienda proceder con cuidado.
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