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Termometro magnetico para estufas.
Se fija magnéticamente directo en el cañón de la estufa a leña. De preferencia instala no más de 15 cm sobre la superficie de la estufa.
300 °C o más, indica una pérdida de energía y un posible sobrecalentamiento. Mientras esta temperatura se puede alcanzar al iniciar el fuego, no es recomendable para uso normal y continuo, lo que podría provocar riesgo de inflamación de la creosota al interior del cañón.
110 °C a 300 °C: Temperatura de funcionamiento optimo y seguro. Combustión completa y máxima eficiencia y ahorro de leña.
Menos de 110 °C: Temperatura demasiado baja, combustión incompleta, exceso de humo, hollín y posible riesgo de formación de creosota. Corregir abriendo el tiraje o añadiendo leña seca.
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