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El aceite de frankincense, extraído de la resina del árbol Boswellia, ha generado interés por sus potenciales beneficios para el autismo. Aunque la investigación es limitada, algunos estudios sugieren que podría tener efectos positivos en:
1. Reducción de la inflamación: El aceite de frankincense tiene propiedades antiinflamatorias, lo que podría ayudar a aliviar síntomas asociados con la inflamación en el autismo.
2. Mejora de la ansiedad y el estrés: El aceite de frankincense se ha utilizado para reducir la ansiedad y el estrés, lo que podría beneficiar a personas con autismo.
3. Apoyo al desarrollo cerebral: Algunos estudios sugieren que el aceite de frankincense podría tener efectos neuroprotectores y promover el desarrollo cerebral.
- Estudios sobre el aceite de frankincense y el autismo: PubMed, National Institutes of Health
- Información general sobre el autismo: Autism Speaks, Organización Mundial de la Salud
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