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El propóleo es un material resinoso que elaboran las abejas Apis mellifera a partir de resinas de distintas especies para transportarlas al interior de la colmena con el fin de utilizarlo como defensa contra los microorganismos.
PROPIEDADES DEL PROPÓLEO
- Equilibra la tensión arterial
- Alto poder antibiótico que nos protege de todo tipo de patógenos, bacterias, virus, parásitos y hongos, sin alterar la flora intestinal y sin implicar ningún riesgo para la salud
- Poderes antiinflamatorio y analgésico que calman los estados de dolor
- Excelente cicatrizante natural, para quemaduras y heridas
- Activa y fortalece el sistema inmunitario
- Alto poder antioxidante por su contenido en flavonoides
- Previene las caries, las aftas bucales y los abscesos dentales
- Mejora el sistema circulatorio y la salud del corazón
- Mejora trastornos digestivos relacionados con la bacteria Helicobacter Pylori
- Equilibra niveles de azúcar en sangre
- Por sus poderes antiinflamatorios y antibacterianos, puede aplicarse de manera tópica sobre el acné o mezclarlo con la loción hidratante habitual
La actividad antioxidante de los propóleos es importante por ser de origen natural para la prevención y tratamiento de diversas enfermedades de origen oxidativo como ateroesclerosis, cáncer, diabetes mellitus, hipertensión arterial y daño renal, enfermedades hepáticas, por su capacidad de inhibir radicales libres y por quelación de iones metálicos.
Estudios realizados, han demostrado que los flavonoides catequina o quercetina poseen una mayor capacidad para neutralizar radicales libres y evitan la formación de las especies reactivas de oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés) por el grupo fenólico presente en su estructura.
La actividad antimicrobiana es una de las propiedades fundamentales de los propóleos, su acción bacteriostática y bactericida está basada en la inhibición de ácidos nucleicos y degradación de la membrana citoplasmática, y principalmente se le atribuye a flavonoides como pinocembrina, quercetina naringenina, acacetina, apigenina, crisina, galangina, kaempferol y pinobanskina, así como alteración en los canales iónicos a consecuencia de reacciones de fosforilación y desfosforilación, disminuyendo la inhibición de la motilidad bacteriana, factor importante en la virulencia, y que ha sido demostrado por Farnesi, Aquino-Ferreira, De Jong, Bastos & Soares (2009).
El propóleo merece estar en un lugar de privilegio en todo arsenal terapéutico.
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