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La caléndula posee un gran poder cicatrizante y antiséptico, además de regenerar la piel y producir colágeno, por lo que es muy recomendable para curar heridas, tratar cicatrices, pies y manos agrietadas, pieles quemadas o con acné, úlceras bucales y eccemas.
Posee una importante capacidad antiinflamatoria y es muy recomendable para curar la gingivitis y la faringitis.
Si tienes un bebé, puedes usarla para evitar la irritación del pañal, ya que contiene betacaroteno, fitoesteroles y ácido salicílico. Es emoliente, calmante y suavizante.
Los flavonoides son sustancias que reparan los vasos sanguíneos y circulatorios, y que están muy presentes en la caléndula. Esto hace que regule el ciclo menstrual, sobre todo los espasmos que produce.
La tintura madre de Caléndula Oficinalis es muy beneficiosa para curar las enfermedades producidas por hongos, como la candidiasis vaginal o el pie de atleta.
Si tienes la vista cansada debido a que has estado mucho tiempo frente a la pantalla del ordenador o del móvil, te va a aliviar. Además de combatir la conjuntivitis y las inflamaciones oculares, ya que posee importantes propiedades antivirales y antibacterial.
Una infusión de caléndula te va a ayudar mucho ante problemas digestivos como la indigestión, la gastritis o los vómitos.
Si lo que te preocupa es el aspecto de tu piel, la tintura madre de Caléndula es extraordinaria porque la hidrata y la humedece.
Tratamiento del dolor, antiinflamatorio natural, activador de la apoptosis celular(digestión celular, o muerte programada de células que cumplen su ciclo en el organismo, como células tumorales) permitiendo así al cuerpo sanar y reconocer la división celular anormal y corregirla.
Aumenta la permeabilidad vascular, siendo así ideal para el tratamiento de varices, hematomas, cicatrizar tejidos exógenos en el uso local y endógenos en el uso sistémico sublingual.
Ayuda a conciliar el sueño por sus propiedades sedativas.
Protección gástrica y cura de úlceras.
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