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Un pulverizador manual es una herramienta versátil que se utiliza para aplicar líquidos en forma de aerosol. Su diseño sencillo y práctico lo convierte en un elemento indispensable en diversos ámbitos, desde la jardinería hasta la limpieza.
El funcionamiento de un pulverizador manual es bastante sencillo. Consiste en un recipiente donde se almacena el líquido, una bomba manual y una boquilla que regula el flujo y la forma de la pulverización. Al accionar la bomba, se crea presión dentro del recipiente, lo que permite que el líquido salga a través de la boquilla en forma de fina niebla.
Usos comunes de un pulverizador manual
Jardinería: Aplicar pesticidas, fertilizantes, fungicidas e insecticidas a plantas y cultivos.
Limpieza: Limpiar superficies, desinfectar, eliminar manchas y aplicar productos de limpieza.
Desinfección: Desinfectar herramientas, superficies y objetos.
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